miércoles, 15 de agosto de 2012

Ya no hay lugar para don Fernando

Una vieja revista,
una radio vieja
y una vieja muda de ropa,
es todo lo que tiene don Fernando,
que de tan comunista
ha dado todo,casi todo,
menos el alma.
¿Quién no tuvo el tiempo suficiente
para resguardar sus viejos sueños
en una tierna aureola que no cuesta nada?.
Nadie le presta atención.
¿Alguien lo quiere?
¿Alguien le da amor
en ese hogar ajeno
donde todo encaja...menos él?
Él, con su comunismo a cuestas,
como un Cristo sufriente,
fanático, sublevado, herido...
con un Moscú demasiado lejos
y demasiado hermoso para ser real.
Que bien vale las noches de insomnio
por escuchar , en una radio prestada,
las noticias de Rusia (lluvia para su alma reseca),
para crear Células en el aire,
un Partido en su imaginación.
Amigo comunista sin uñas y sin oído,
perdidos en las torturas,
de aquellos que pensaron que don Fernando
tenía algo escondido.
¿Dónde? ¿Debajo de sus uñas ?
¿Un secreto de Estado en sus oídos?
Oh Cristo, si algo quieres concederme,
dame un subsidio de amor,
para darle algo a sus pobres días,
que tal vez sean los últimos,
para que pueda decirte al llegar ante Ti:
alguien me ha querido.
Hoy tuviste a mi hijo en tu regazo.
Yo te prometo que algún día sabrá
que tú lo has querido más en un sólo minuto
que cien de sus congéneres en un año de vida.
Que le dijiste: vamos cachafaz,
vení con el abuelo.
Tú , que nunca fuiste abuelo verdadero,
hoy has ganado un sitio en su alma.
Y yo tengo los ojos llenos de lágrimas,
porque a pesar de mi pobre bondad,
tú sigues yendo solo por la calle.
Y cuando veo tu alegría,
porque te prestamos un libro y una radio
para llenar tus carcomidas ilusiones esta noche,
y tu flaquísima humanidad
cargada de buenas intenciones,
y tu soledad preñada de optimismo,
me dan ganas de llorar.

12- 03- 1986  20,30 hs.
Hoy encontré este viejo poema, en una hoja carcomida. Es una historia verdadera, muy atesorada por esta familia. El niño del momento era Martín. Te la debía hijo. Algo te transmitió este abuelo adoptivo.

2000

Se moviliza el ejército,
parten los tanques,
los aviones Harriet surcan el cielo contaminado.
Los iraquíes desentierran sus armas secretas,
el Columbia se parte en pedazos.
El Papa clama por la paz.
En el desierto, los pueblos recuerdan el tiempo nómade.
Se paralizan los pozos petroleros.
Un submarino lanza sus misiles.
Y estalla el planeta...
la creación entera vibra errática por la onda expansiva.
Y sobre la Tierra devastada
un Dios crucificado llora el fin del mundo. 


(Hoy encontré este poemita escrito hace varios años, lo escribo en mi blog para que no se me pierda, estaba escrito sobre un pedazo de cartón viejo)

lunes, 13 de agosto de 2012

Todos queremos olvidar algunas cosas

2 de la tarde. Yo pintando las verjas de la casa que son mi pesadilla (¿En qué momento se nos ocurrió hacerle tanto barrotes y firuletes?)...me dolía el brazo y estaba de muy mal humor.
Y , entre los casi ningún transeúnte de esa hora por mi barrio, apareció ella. Doña Mansi.
30 años hacen que la conozco. La conocí vendiendo leche y cosas que cultivaba en su chacra , y su manía de aparecer a las peores horas por nuestra casa. Y su increíble capacidad de golpear las manos hasta que alguien salía. A otro se le hubieran quebrado las muñecas. A ella no. Insistente e incisiva. Molesta. Sobre su carro , tratando de vendernos la leche ya cuajada, o los huevos podridos o revueltos.
Pasó llevando un niño al Jardín de Infantes. Y su "obvio": ¿está trabajando ?... y mi respuesta , algo así como ajhhmmmmm.
Y me dejó ese pensamiento de ¿Cuántos años tendrá esta doña ?.Si cuando yo la conocí ya era vieja...y el convertidor de óxido , y el pincel , y el viento que me desparramaba los diarios ..en fin.
Pero ella volvió. Ni la escuché llegar. Se paró detrás de mí y no me dio tiempo a emprender la huida.
-¿Está trabajando?...Y mi :Ajá.
-¿Está pintando ?... -Ajá.
-Y alguien tiene que hacerlo, por más liviano que sea el trabajo. - Grrrrr (pensado).
-¿Y sus hijos ?... - Todos bien doña.
-¿Y usted no tiene ninguna nena?- Si tengo una ,doña.
-¿Y dónde está?, ¿Ya se casó?, - No doña, se recibió y se fue a trabajar a Buenos Aires.
-Ahhh...¿Y su otro hijo ? ¿De que se recibió ?, - De profesor doña.
-Ahhh...mejor es estudiar para abogado , ¿Cuántos años se estudia?, - Y, unos 5 o 6.
-Ahhh..¿Y los otros chicos? ....- (¿En qué momento se hizo espía doña Mansi?)
-Están estudiando en Corrientes.
-Ahhh... ¿Y su mamá? ¿Vive todavía?...-Si, doña, acá a la vuelta vive.
-Ahhh...¿Y su papá?..- No tengo papá doña.
-Ahhh... se murió ya.
-¿Todavía arregla zapatos usted?
No podía creer lo que escuchaba. Yo arreglaba zapatos junto a mi marido hace 30 años...
-No doña, ya no arreglo zapatos.
-Ahhh. Es mejor pintar que arreglar zapatos.
-Adios doña.- Adios doña.
Terminé la pintura, me bañé y me puse a escribir. Eso fue un encuentro del más allá. No me engañan . Era una alucinación por el sol y los vapores de la pintura...
No puede traerme el recuerdo de la zapatería ahora que ya me jubilé y pasó la vida.
No puede traerme a la siesta el hedor de los zapatos ajenos, rotos, pobres.
El olor del pegamento, del cuero, de los clavos.
El recuerdo del tiempo de la miseria. De las heridas de las trinchetas o los martillazos en los dedos. 
Y aunque ningún trabajo es indigno, hay trabajos difíciles. Trabajos que duelen. Trabajos que uno no quiere hacer, sólo lo hace por necesidad.
Trajo un recuerdo casi perdido, olvidado por el tiempo , o las ganas de olvidarlo.
¿Todavía arregla zapatos?. No doña Mansi. 
Mañana voy a entrar a la casa a las 2 de la tarde para no encontrarla. Quién sabe que otra cosa más usted recuerde y yo quiera olvidar.